Esta historia es para los que ya no tienen fe, para los corazones rotos…
Para los que han sido golpeados por la vida…

Hay un periodo en el que carecemos de todo: amor, dinero, amigos, familia, paz. Pero así como hay tiempos donde los huracanes pegan duro, así es como han de venir los momentos de alegría. Una cosa que tenemos seguro en este mundo es que todo pasa. Nada es para siempre, todo cambia.

Crecemos con la adversidad, pero hay quienes se dejan vencer frente a ella; nuestra actitud es lo que determina si somos víctimas o superamos las circunstancias con la frente en alto. Al final, las agallas por encima de la autocompasión o la lucha contra la autoderrota, son una cuestión de libre albedrío.

Ezequías, fue hijo de un rey asesino, creció entre sombras y amores. Su relación complicada con un padre oscuro y la influencia de un profeta mítico moldearon su corazón. Una travesía que forjó a uno de los reyes más destacados de la historia. ¿Cómo enfrentar a uno de los imperios más poderosos? La historia nos enseña que nuestros problemas tienen un propósito, y nuestras decisiones pueden cambiar nuestro destino. Únete al viaje de Ezequías, donde el pasado se entrelaza con el presente y la esperanza surge de la oscuridad.

Escrito por José Manuel Armenta
Espero que lo que leíste sea de bendición para tu vida.